domingo, 9 de marzo de 2014

Espiritismo Cubano


El Espiritismo Cubano surge del Espiritismo Científico o de Mesa que fue introducido en Cuba desde los Estados Unidos en la 2da mitad del siglo XIX, y en la ciudad de Matanzas, hasta los años 60 del siglo pasado, se podían encontrar numerosos centros de práctica espírita. El espiritismo cubano se caracterizaba por:

- Presencia de un sencillo ritual.
- Posibilidad de comunicación con los espíritus directamente o a través de los mediums.
- Trabajo con espíritus”elevados” (sacerdotes, monjas, médicos, poetas, próceres, indios, etc.)
- Misa abierta para dar luz a los espíritus “atrasados”.
- Carácter hipodinámico de las misas.
- Uso de vasos de agua, flores y perfume.
- Lectura de poesías, rezos, plegarias y cantos de elevadas transmisiones espirituales.

Los que asistían sus sesiones eran, fundamentalmente, representantes de la pequeña burguesía, médicos, maestros, abogados, personas cuyo nivel cultural les permitía asimilar y llevar a la práctica las “elevadas” doctrinas filosóficas y éticas que profesaba en Cuba el Espiritismo de Mesa o Científico. Este tiene tendencias a las ideas y los sentimientos elevados, al perfeccionamiento moral y espiritual. Se identifica con el Catolicismo y con las ideas acerca del cielo, el purgatorio, el paraíso, el infierno, y la inmortalidad del alma.

Al ir penetrando la práctica espírita entre las amplias masas populares, fue asimilando elementos tanto de la religiosidad popular, introducida por inmigrantes españoles pobres, como de las prácticas rituales del culto a las deidades y antepasados que trajeron consigo los esclavos africanos, y las que han sido transmitidas de generación en generación, en todo un largo y contradictorio proceso de transculturación y de sincretismo, independientemente del color de su piel y extracción social.

Es necesario subrayar, que los practicantes de la Religiosidad Popular Cubana han ampliado su concepción mágico-religiosa, a través de las generaciones, al establecer los correspondientes lazos funcionales entre las diferentes expresiones religiosas de origen africano y el Espiritismo. Ellos, de manera general, consideran que mientras más y variados elementos dominen, más apoyo, poder y protección obtendrán de los seres y fuerzas sobrenaturales a los que rinden culto. Un mismo practicante puede ser espiritista, a la vez estar iniciado en las reglas de Ocha, Arará o Palo Monte, y pertenecer además a la Sociedad Secreta Abakuá.

Por eso la práctica del Espiritismo dentro de las masas populares ha ido asimilando elementos del culto a las deidades y a los antepasados de los diferentes sistemas mágico-religiosos de origen africano en Cuba. Esto lo ha posibilitado también el hecho de que los procesos mediúmnicos y de evocación de espíritus, a pesar de su diverso tratamiento, son inherentes no sólo al Espiritismo, sino también a las prácticas rituales mencionadas. Esto favorece su mutua influencia e interpenetración. Incluso, las prácticas del Espiritismo y del Palo Monte han enriquecido, entre los iniciados de la Regla de Ocha y la Regla Arará, la adoración de los antepasados, pues a través los caminos del Espiritismo y el Palo, los muertos pueden \"bajar y laborar” en beneficio de sus hermanos que “animan materia”.

Antes de continuar debemos aclarar la posición del Espiritismo Científico con relación al culto a los muertos y a los antepasados de origen africano Al respecto expresa Diolindo Amorín:

“... El mediumnismo forma parte del Espiritismo, pero se impone aclarar que mediumnismo no es Espiritismo; que existe mediumnismo en los cultos africanos es una cosa que no se discute y que en tal base, puede presentarse la tesis de que aún cuando tengan por base la inmortalidad del alma y realicen mediumnismo, las prácticas del Africanismo, a pesar de ser espiritualistas, no constituyen modalidades del Espiritismo. ... El Africanismo tiene ritual organizado, de acuerdo a sus seculares tradiciones fundado en la creencia en divinidades peculiares a su culto y, en lo que toca al Espiritismo, no adopta ni tiene ritual de ninguna especie, no tiene forma de culto ni adora divinidades. Es una doctrina científica, propensa al método experimental, de meditaciones filosóficas muy elevadas, toda vez que trata del destino del alma humana, preparando al hombre para la práctica del Bien, única senda que conduce a Dios”.

La invocación y evocación de espíritus tiene lugar en las llamadas misas o sesiones espiritistas, las cuales tienen como objetivo fundamental la invocación y evocación de espíritus con el objeto de lograr su ayuda y protección en los problemas de la vida cotidiana y trascendental. Además, en las misas, se trata de “dar luz” a aquellos hermanos desencarnados que la necesitan, o sea, a los espíritus que posean alguna forma de atraso espiritual. Ellas pueden clasificarse como misas de caridad, de recogimiento, para familiares, de investigación espiritual, de carácter festivo, etc. Las misas se realizan con el concurso de los mediums, los cuales son personas que, además de ser capaces de comunicarse con los espíritus, poseen ciertas facultades, tales como la clarividencia (visual y auditiva), intuición, presentimientos, etc.

Los mediums pueden trabajar con diferentes comisiones de espíritus, entre ellas, la árabe, la india, la africana, la gitana, la marina, la médica, etc., pero en la variante popular del Espiritismo. De estas comisiones se ha consolidado la comisión africana, presidida por los espíritus congos. Estos últimos han introducido su rica ritualidad, en la práctica espírita, Ella es evidente en la invocación y evocación de los espíritus, en la posibilidad de su manipulación mágico-religiosa y en la propiciación de la atmósfera espiritual necesaria con la ayuda de “limpiezas y despojos”. Estos espíritus son tan vitales que necesitan de ofrendas (comidas, bebidas, flores, etc.) y hasta de sacrificios de animales (palomas, pollos y gallos) para propiciar su existencia y poderes sobrenaturales. En sus manifestaciones, a través de los mediums, ellos fuman, ingieren bebidas alcohólicas, y realizan diversas acciones mágico-religiosas. Estos espíritus se presentan en las misas “con la corriente” de las deidades de Palo Monte que adoraban en vida, con la acción de Lucero (Elegguá), Zarabanda (Oggún), Siete Rayos (Changó), Madre Agua (Yemayá), Mama Chola (Oshún) y otros. Además, por emplear vehículos músico-danzarios para crear la atmósfera adecuada y como factor desencadenante de los estados de posesión, ellos le han concedido un carácter hiperactivo a las misas. De ahí que hayan surgido misas espirituales de carácter festivo, en las que se logra la manifestación de los espíritus, no con la ayuda de elevados rezos, plegarias y transmisiones espirituales, sino por medio de cantos y bailes donde se entremezclan las más ricas tradiciones músico-danzarias paleras (“hala congo”) y de la Rumba Cubana. Esas variantes festivas son: el Tambor, el Cajón, y la Rumba al Muerto. En ellas la utilización del espacio es mucho más activa que en el Espiritismo Científico o de Mesa.

El practicante del Espiritismo Cruzado, como los practicantes de los sistemas religiosos de origen africano, está inmerso en un ininterrumpido diálogo trascendental con los seres y fuerzas sobrenaturales que adora, con el objetivo de hallar ayuda y protección. Esto los arrastra a una realidad especial de existencia, a un mundo de lo fabuloso, donde el agua, las plantas, el aroma de ciertos alimentos, la palabra, y los más disímiles objetos, acciones y fenómenos que lo rodean, resultan ser las representaciones, los contenedores, de las fuerzas que pretende desencadenar, y cuyos sentidos y supuestas propiedades trata de manipular, para así propiciar su protección y ayuda. Con relación a esa \"especial\" realidad expresa J.J.Figarola:
\"...la realidad tenida convencionalmente como normal coincide con la realidad que hemos denominado aspirada y esta coincidencia conduce, a su vez, a que la realidad factual, habitual, resulte sustituida por una realidad representada, dentro de la cual nada de lo que se ve, se toque o se guste, tiene propiedad alguna en su específica materialidad, sino sola y simplemente en lo que constituye como representación. Claro que no es una representación caótica o caprichosa, sino también ajustada a un código preestablecido, frecuentemente críptico y altamente complejo de descifrar.\"

Y en esa realidad especial o aspirada:
"…Un vaso de agua no es un vaso, una vela no es una vela, un chivo degollado no es un chivo degollado, un árbol no es un árbol, el suelo no es el suelo, el viento no es el viento, la vida no es la vida, la muerte no es la muerte. Son expresiones de un mundo subjetivo único y totalizador que no es igual para todos los sistemas mágico religiosos."

De esta manera, también el espacio físico donde transcurren las actividades mágico religiosas propias del Espiritismo Cruzado tampoco es el mismo espacio objetivo donde transcurre la actividad natural y social del hombre, y con el cual establece ciertas relaciones. Este sufre una reinterpretación simbólica a través del prisma de las ideas y representaciones mágico religiosas de la creencia en cuestión. Resulta ser el mismo espacio, pero a la vez no lo es. Como resultado de un cambio de representaciones, propiciadas por la acción de determinados rituales, se ha ido desprendiendo de su universo cotidiano, ha adquirido determinadas características, cierta atmósfera especial, que lo han transformado, y lo hacen diferente. Para los espiritistas, ese espacio está situado, fundamentalmente, frente a la mesa altar. Ese espacio “especial”, según Yalexis Castañeda Maché, resulta ser:

\"¨…el lugar propicio para hacer trascender sus ideas, \"sentir\" en su cuerpo las fuerzas o corrientes espirituales o \"pasar un muerto\", al decir de los entrevistados. Allí todo lo que sucede se interpreta como expresión de una \"realidad\" que en el curso de la actividad se va legitimando frente a los presentes y que sólo encuentra pertenencia a través de la práctica misma. A esto le denominamos espacio real-simbólico, en el cual el practicante recrea su propio imaginario de la creencia dotándolo de sentido, virtudes y poderes sagrados, los que se hacen explícitos en la práctica según la dimensión social y subjetiva de la necesidad que presentan.\"

En general, esta expresión religiosa no posee centros o locales especializados para sus misas o sesiones. El espiritista utiliza una habitación de su propia casa para colocar su mesa-altar, la cual resulta ser el centro de fuerzas ante el cual se desarrollan las actividades espiritistas fundamentales. Esta es una mesa cubierta por un paño o tela blanca sobre el cual se disponen una serie de objetos que representan o simbolizan las fuerzas espirituales a las que se rinde culto, y los cuales resultan necesarios para los procesos de invocación y evocación de espíritus. La preside un crucifijo y una copa de cristal con agua, dedicados al Santísimo. Esta entidad espiritual resulta ser la superior fuerza espiritual adorada, dador de luz y paz espiritual, de fe, esperanza y caridad, tan necesarios para los espíritus encarnados o desencarnados, que según la creencia espírita, habitan la Tierra. Se disponen también 6 ó más vasos de agua, dedicados a los espíritus guías, protectores y familiares de la persona a la que pertenece la mesa altar. En ella se colocan barajas, búcaros con flores y una vela. También pueden estar presentes imágenes de santos, muñecas y muñecos “cargados”, los cuales representan a determinados espíritus protectores

Si el practicante del Espiritismo está iniciado en la Regla de Ocha, en la Regla Arará, e incluso en la Regla Palo Monte, entonces en la misma habitación puede estar situada la mesa altar espiritista junto a objetos y atributos sagrados, propios de estas diferentes expresiones religiosas de origen africano. De esta manera, la mesa altar puede estar colocada a un lado del llamado canastillero de la Regla de Ocha, mueble donde se encuentran las llamadas soperas, recipientes que contienen los atributos de sus deidades. Sus objetos sagrados pueden compartir el espacio de la misma habitación, pero sus prácticas rituales, por tradición establecida, no se entremezclan. Se excluyen entre sí. Este hecho conlleva a que habrá un mismo espacio físico que será compartido por la práctica de las diversas expresiones religiosas en las que está iniciado el creyente. Pero mediante determinados rituales, cada una de las diferentes expresiones religiosas nombradas asimilará, transformará, el espacio físicamente compartido, y lo convertirá en su propio espacio real simbólico durante el transcurso del ritual. En las misas este espacio es establecido, a su inicio, con la lectura del rezo espiritista “Al empezar la reunión”, y por la invocación y evocación de los espíritus mediante diferentes rezos y cantos espirituales. El rezo “Al fin de la reunión”, que señala la conclusión de la sesión espiritista, reestablece el “carácter normal” del espacio utilizado. Se debe tener en cuenta que en ocasiones las fronteras entre los espacios propios de las diferentes expresiones religiosas se desdibujan un poco. Tal es el caso de la manifestación de los llamados “santos muerteros” en las misas. Son deidades de la Regla de Ocha, pero con “camino” espiritual. Ellos son La Caridad del Cobre (Oshún), La Virgen de Regla (Yemayá) y San Lázaro (Babalú Ayé).

La mesa altar preside el círculo en que se disponen los asientos que ocupan los participantes de la misa. En su extremo izquierdo y en el derecho se sientan los mediums cabeceras que dirigirán la actividad. Los demás participantes completarán el círculo. Esta figura geométrica representa de manera simbólica el espacio finito por el cual pueden circular las fuerzas o corrientes espirituales de una manera más eficiente, y que serán canalizadas con la ayuda de los elementos sagrados que componen la mesa altar, presidida por la cruz y la copa del Santísimo, y simbólicamente iluminada por la llama de la vela. En el caso de una “investigación”, “desarrollo”, o “coronación” espiritual, la persona en cuestión se sentará en medio de ese círculo de frente hacia la mesa altar, con el objetivo de que hacia ella confluyan las “fuerzas o corrientes” espirituales necesarias para alcanzar el objetivo propuesto. La concepción del círculo también es utilizada en los bailes que tienen lugar en las misas de carácter festivo que se realizan en algunas casas-templos de la Regla de Ocha en la Ciudad de Matanzas. Es también para favorecer la adecuada transmisión de las corrientes espirituales entre los participantes, lo que a su vez propicia los estados de posesión de los espíritus invocados. Debemos recordar que el baile en círculo frente a los tambores rituales en las fiestas dedicadas a los orishas es parte de la tradición ritual de la Regla de Ocha, realizado con el propósito de concentrar las fuerzas que desencadenan los estados de posesión de los orishas entre sus participantes.

A los muertos, llamados eggun en la Regla de Ocha, en esta expresión religiosa de origen yoruba se les rinde culto en el “Rincón de Eggun o del Muerto”. Este rincón debe estar situado en el patio del iniciado. Allí se les dedica a los eggun diferentes ofrendas de flores, comida, bebida o sangre de los sacrificios de animales (paloma, pollo o gallo), y se realizan hasta sacrificios de animales, para lograr su propiciación en el culto a los orishas o santos. Es tradición, para los santeros, realizar misas en la Iglesia, o misas espirituales, ante cualquier ceremonia importante de la Regla de Ocha, tales como comidas a los santos, cumpleaños, iniciaciones, etc. Los muertos son los primeros en ser atendidos en la realización de las diversas ceremonias rituales de la Regla de Ocha. Es tan importante su culto que, entre los santeros, está ampliamente difundida la frase: “”Ikú lobi Ocha” (“El Muerto pare al Santo” o “Primero el Muerto y después el Santo”.). Al hablar sobre los eggun expresó la difunta santera Noemí González:

“Eggun y espíritu son el mismo muerto, pero espíritus son aquellos que están más cercanos a Olofin, y se les pone vasos de agua en alto, y se les hace misas espirituales o en la iglesia. Ellos pueden hablar por la boca de los espiritistas que son los mediums.

Los eggun están apegados a la tierra, a las obras de la santería, por eso se les pone, en un rincón, un poco de todo lo que comemos los vivos, y además, café, aguardiente y tabaco. Ellos hablan, pero por los cocos y los caracoles. Sin contar con ellos no se puede hacer ninguna obra en la santería. Un muerto se puede manifestar o como eggun o como espíritu, depende de cómo venga trabajando...”

El Rincón de Eggun es un sitio especial que ha traspasado los límites del sistema religioso que lo originó, pues los muertos, sin tener que venir necesariamente por el camino de la Regla de Ocha, pueden recibir en él una atención “más material”. Además, allí se realizan determinadas acciones rituales que pueden propiciar el curso de las actividades espiritistas.

En el caso de que el creyente esté iniciado en las prácticas de Palo Monte, su nganga, cazuela o prenda debe estar situada en otra habitación o sitio de la vivienda. Su carácter “material” puede interferir en el buen funcionamiento del campo espiritual, debido a que este último es considerado “más puro” por los practicantes. Debemos recordar que la nganga resulta ser el recipiente – contenedor de los objetos y sustancias que representan o simbolizan las fuerzas o poderes mágico religiosos adorados en Palo Monte. Contiene, entre otros elementos, a distintos palos del monte, partes de ciertos animales, tierra o polvo de diferentes lugares, y hasta restos óseos humanos, pues el muerto resulta ser el catalizador, el que canaliza las fuerzas mágicas representadas en la nganga. Ella también ocupa un lugar significativo dentro del espacio real simbólico de la vivienda del practicante del Espiritismo. En las misas espirituales se pueden presentar también estos nfumbes o “espíritus de cazuela”, que pueden ser los muertos de las ngangas, pertenecientes a alguno de los participantes de la misa. Los nfumbes pueden presentarse también como “espíritus enviados” por un enemigo para perturbar la casa, o a una de las personas que participa en la misa. Con relación a ellos se realizan diversas acciones con carácter exorcista para alejarlo de las personas obsesadas por él, o expulsarlo de la casa donde se realiza la misa.

Si el espiritista posee una nganga o cazuela, su poder estará latente durante las misas espirituales. Se puede invocar la capacidad de exorcismo en el caso que sea necesario expulsar de la sesión, y de la casa, a algún espíritu muy “endurecido” o “de cazuela”, espíritu con el que no hayan sido suficientes los comunes procedimientos de “darle luz” (convencimiento, imposición de crucifijo, etc.) El poder de la nganga se invoca y se canaliza con la ayuda de ciertos procedimientos mágicos en los que se trazan las llamadas firmas de Palo Monte. Estas resultan ser unos signos gráficos de carácter pictográfico donde se combinan elementos figurativos (sol, luna, estrellas, calaveras, etc.) y geométricos (líneas, círculos, cruces, etc.

Otro lugar altamente significativo en el espacio real simbólico utilizado por el espiritista lo es la puerta de su propia casa. Ella por ser el sitio que establece el límite entre la seguridad del hogar y la posibilidad de lo imprevisto, del azar y del peligro de afuera, ha sido objeto de creencias y de ritos especiales que le conceden un carácter sagrado a lo largo de la historia de la Humanidad, en el seno de numerosos pueblos. Se le da mucha importancia a su capacidad de detener las malas influencias y dejar pasar las buenas. A pesar del carácter intangible de los espíritus, de su capacidad para atravesar los objetos sólidos, como paredes y muros, ellos sólo pueden entrar a las casas a través de sus puertas, las que poseen un valor simbólico plenamente reconocido en la dimensión espiritual.

En el Espiritismo Popular, por influencia de la Regla de Ocha y de Palo Monte, “se le da de comer” a la puerta, con el objetivo de fortalecerla. Se utilizan, entre otros elementos, harina de maíz, cacao, cascarilla, maíz tostado, pescado y jutía ahumados, miel, y hasta sangre de pollitos sacrificados al efecto. Durante las misas se coloca detrás de la puerta de la calle, con una vela encendida, a Elegguá (Regla de Ocha) o a Lucero (Regla Palo Monte) Estas son deidades que representan el azar, lo imprevisto, “abren y cierran” todos los caminos”. Ellos desempeñan allí su función de guardieros, para no dejar pasar las “malas influencias. En este sentido, también se colocan diferentes objetos que tienen la virtud de detener y alejar esas ”malas influencias”, se colocan ramas de ciertos árboles o manojos de ciertas hierbas, cadenas, machetes, clavos de línea preparados”. Incluso, se trazan firmas de Palo Monte en la parte interior de la puerta, lo que estaría representando el poder de guardiero y protector de una nganga.

En las misas, además del espacio real simbólico, que se puede segmentar, que posee lugares y objetos que lo delimitan, y con el que se establecen especiales relaciones, también se puede hablar de un espacio referencial al que aluden los seres sobrenaturales que en ella se manifiestan. Es un espacio que es objeto de referencias por formar parte de sus individuales historias o posibles escenarios de acción, pero que también puede ser el posible sitio o entorno donde tendrá lugar uno de los “trabajos” (acciones mágico religiosas) propuestas por los mediums o los espíritus que se han presentado en la misa. Ellos pueden indicar, por ejemplo, que para propiciar la ayuda y protección de Oshún, deidad que simboliza la sensualidad y alegría femeninas en la Regla de Ocha, la persona debe dedicarle a ésta 5 panetelas con miel de abejas, a los 5 días llevarlas al río y plantearle allí su petición.

Por último podemos afirmar que en las sesiones de la variante popular del Espiritismo observadas en nuestra ciudad se hace evidente que el practicante establece en ellas todo un diálogo trascendental con las entidades espirituales que invoca con el objetivo de lograr su ayuda y protección. Este diálogo resulta ser un especial proceso de comunicación, pues hace interactuar interlocutores que provienen de diferentes planos de existencia, real y sobrenatural. Por medio de rituales de palabra y acción se logra crear la justa dimensión que permite confluir hombres y espíritus en el plano físico, en el espacio donde tiene lugar la sesión espiritista. Pero toda la casa entra a formar parte de ese espacio real simbólico establecido por el ritual, desde la habitación donde tiene lugar la sesión espiritual, el llamado “Rincón del Muerto”, y la puerta de la calle, hasta los simples rincones de las habitaciones. Estos últimos son los sitios preferidos, como escondrijos, por los “espíritus oscuros”, los cuales deben ser expulsados de allí, y de la casa, por medio de “limpiezas y despojos”.

La funcionalidad de ese espacio transformado por el ritual en el Espiritismo Cruzado está condicionada por una convención establecida por la tradición, la que garantiza la integridad del mismo, y evita, o limita, las interferencias de fuerzas o entidades sobrenaturales pertenecientes a otros sistemas rituales de origen africano. Si no hay transformación simbólica del espacio no hay un adecuado curso de la actividad espiritista, y no habrá entonces un favorable diálogo con los espíritus invocados. La sesión espiritista estaría a merced de la improvisación, y también de la posibilidad de atraer a entidades espirituales desfavorables o maléficas, que vendrían a perturbar el curso de la misma, lo cual se trata de evitar a toda costa. En ello consiste la importancia del adecuado tratamiento del espacio en el Espiritismo Cruzado.

Oraciones Espirituales 1

Oración para pedir un consejo.

En nombre de Dios Todopoderoso, buenos Espíritus que me protegéis, inspiradme la mejor resolución a adoptar en la incertidumbre en que me encuentro. Dirigid mi pensamiento hacia el bien y desviad la influencia de aquellos que intenten separarme del buen camino.


Oración de súplica.

Dios Todopoderoso que veis nuestras miserias, dignaos escuchar favorablemente los votos que os dirijo en este momento. Si mi súplica fuere inconveniente, perdonádmela; si es justa y útil avuestros ojos, que los buenos Espíritus que ejecutan vuestra voluntad, vengan en mi ayuda para su cumplimiento.

Cualquier cosa que me suceda, ¡oh Dios!, quese haga vuestra voluntad. Si mis deseos no sonatendidos, es porque entra en vuestros designios el probarme y a ello me someto sin murmurar. Haced queno conciba por ello desaliento, y que mi fe y miresignación sean sustentadas.

(Formúlese la súplica)


Oración de acción de gracias.

Dios infinitamente bueno, que vuestro nombre sea bendito por los bienes que me habéis concedido; sería indigno de ellos si los atribuyese a la casualidad de los acontecimientos o a mi propio mérito.

Buenos Espíritus, que fuisteis ejecutores de la voluntad de Dios y a vos sobre todo, mi ángel guardián,os doy las gracias. Alejad de mí el pensamiento deenorgullecerme y de hacer de ello un uso que no sea para el bien. Particularmente os doy las gracias por...


Oraciones de sumisión y resignación.

1. ¡Oh Dios! Sois soberanamente justo; todo sufrimiento en este mundo, debe, pues,tener su causa y su utilidad. Yo acepto el motivo de aflicción que acabo de experimentar como una expiación de mis faltas pasadas y una prueba para el futuro.

Buenos Espíritus que me protegéis, dadme fuerza para soportarla sin murmurar; haced que seapara mí una advertencia saludable, que aumente mi experiencia y que combata en mí el orgullo, la ambición,la necia vanidad y el egoísmo, y que todo contribuya para mi adelantamiento.

2. Oh Dios, siento la necesidad derogaros para que me deis fuerza para sobrellevar las pruebas que os plazca enviarme. Permitid que la luz sea bastante viva para que mi Espíritu aprecie toda la extensión de un amor que me aflige por querer salvarme.Yo me someto con resignación, ¡oh Dios!, pero, ¡ay de mí! La criatura es tan débil, que si vos no me sostenéis, temo sucumbir. No me abandonéis, Señor, porque sin vos no soy nada.

3. Elevé mi mirada hacia ti, oh Eterno, y me sentí fortalecido. Tú eres mi fuerza, no me abandones, ¡oh Dios! ¡Estoy abatido bajo el peso de mis iniquidades! Ayúdame; ¡Tú conoces la debilidadde mi carne y no apartas tus miradas de mí!

Estoy devorado por una sed ardiente; haz quebrote un manantial de agua viva, y quedará aquéllaapagada. Que no se abra mi boca sino para cantar tusalabanzas y no para murmurar en las aflicciones de mivida. Soy débil, Señor, pero tu amor me sostendrá. ¡Oh Eterno! ¡Sólo tú eres grande, sólo tú eres el fin y el objetivo de mi vida! Si me hieres, que por ello tu nombre sea bendito, porque tú eres el Señor y yo el servidor infiel; doblaré mi frente sin quejarme, porque tú eres grande, sólo tú eres la meta.

Oración contra la tentación

Oración contra la tentación


Dios Todopoderoso, no me dejéis sucumbir a la tentación que tengo de cometer una falta. Espíritus benévolos que me protegéis, desviad de mí este mal pensamiento y dadme la fuerza de resistir a la sugestión del mal. Si sucumbo, habré merecido la expiación de mi falta, tanto en esta vida como en la otra, porque soy libre para elegir.

Oración por haber salido victorioso contra la tentación


¡Oh Dios!, os doy gracias por haberme permitido salir victorioso de la lucha que acabode sostener contra el mal; haced que esta victoria medé fuerzas para resistir a las nuevas tentaciones. Y a vos, mi ángel guardián, os doy gracias porla asistencia que me habéis dado. Que mi sumisión a vuestros consejos me haga digno de merecer de nuevo vuestra protección.

Oración para corregir un defecto

Vos me disteis, ¡oh Dios!, la inteligencia necesaria para distinguir el bien del mal; así, pues, desde el momento en que reconozco que una cosa es mala, soy culpable, porque no me esfuerzo en rechazarla.

Preservadme del orgullo, que podría impedirme ver mis defectos y de los malos Espíritus que podrían excitarme a perseverar en ellos. Entre mis imperfecciones, reconozco que particularmente estoy inclinado a ... y si no resisto a esta tentación es por la costumbre que tengo de ceder a ella.

Vos no me habéis creado culpable, porque sois justo, sino con una aptitud igual tanto para el bien como para el mal. Si sigo el mal camino, es por efecto de mi libre albedrío. Pero, por la misma razón que tengo la libertad de hacer el mal, tengo también la de hacer el bien; por consiguiente, tengo que cambiar de camino.

Mis defectos actuales son un resto de las imperfecciones que conservé de mis precedentes existencias; es mi pecado original, del cual me puedo despojar por mi voluntad y con la asistencia de los buenos Espíritus.

Buenos Espíritus que me protegéis, y sobre todo vos, mi ángel guardián, dadme fuerzas para resistir a las malas sugestiones y salir victorioso de la lucha.

Los defectos son barreras que nos separan de Dios y cada defecto superado será un paso dado en lasenda del progreso, que debe acercarme a Él. El Señor, en su infinita misericordia tuvo a bien concederme la existencia actual, para que sirva a mi adelantamiento; buenos Espíritus, ayudadme a aprovecharla, con el fin de que no sea una existencia perdida para mí y para que cuando Dios quiera retirármela, salga mejor que cuando entré a ella.

Oración para alejar los malos espíritus

En nombre de Dios Todopoderoso, que los malos Espíritus se alejen de mí y que los buenos me sirvan de protección contra ellos.

Espíritus malhechores, que inspiráis malos pensamientos a los hombres; Espíritus tramposos y mentirosos que les engañáis; Espíritus burlones que abusáis de su credulidad, os rechazo con todas las fuerzas de mi alma y cierro el oído a vuestras sugestiones; pero pido para vosotros la misericordia de Dios.

Buenos Espíritus, que os dignáis asistirme, dadme fuerza para resistir a la influencia de los malos Espíritus y luz necesaria para no ser víctima de sus embustes. Preservadme del orgullo y de la presunción; separad de mi corazón los celos, el odio, la malevolencia y todo sentimiento contrario a la caridad, porque son otras tantas puertas abiertas al Espíritu del mal.

Oraciones a los buenos espiritus

1. Espíritus sabios y benévolos, mensajeros de Dios, cuya misión es la de asistir a los hombres y conducirles por el buen camino; sostenedme en las pruebas de esta vida, dadme fuerzas para sufrirlas sin murmurar; desviad de mí los malos pensamientos y haced que no dé acceso a ninguno de los malos Espíritus que intenten inducirme al mal. Iluminad mi conciencia para que pueda ver mis defectos, separad de mis ojos el velo del orgullo que podría impedirme verlos y confesármelos a mí mismo.

Vos sobre todo, N... , mi ángel de la guarda, que veláis más particularmente y vosotros, Espíritus protectores que os interesáis por mí, haced que me haga digno de vuestra benevolencia. Conocéis misnecesidades, que ellas sean satisfechas según la voluntad de Dios.


2. ¡Oh Dios!, permitid a los buenos Espíritus que me rodean, que vengan en mi ayuda cuando esté en dificultades y que me sostengan si vacilo. Haced, Señor, que ellos me inspiren fe, esperanzay caridad; que sean para mí un apoyo, una esperanza y una prueba de vuestra misericordia; haced, en fin, que encuentre a su lado la fuerza que me falta para sobrellevar las pruebas de la vida y para resistir a las sugestiones del mal, la fe que salva y el amor que consuela.


3. Espíritus muy amados, ángeles guardianes, vosotros a quienes Dios, en su infinita misericordia, permite velar por los hombres, sed mis protectores en las pruebas de la vida terrestre. Dadmela fuerza, el valor y la resignación; inspiradme todo lo que es bueno y detenedme en la pendiente del mal;que vuestra dulce influencia penetre mi alma; hacedque sienta que un amigo sincero está cerca de mí, que ve mis sufrimientos y comparte mis alegrías.

Y vos, mi buen ángel, no me abandonéis; tengo necesidad de vuestra protección para soportar con fey amor las pruebas que le plazca a Dios enviarme.

Oración para finalizar una sesión espiritista

Agradecemos a los buenos Espíritus que han querido venir a comunicarse con nosotros, y les rogamos que nos ayuden a poner en práctica las instrucciones que nos han dado, y que hagan que al salir de aquí, cada uno de nosotros se sienta fortificado en la práctica del bien y del amor al prójimo.

Deseamos, igualmente que estas instrucciones sean provechosas a los Espíritus que sufren, ignorantes o viciosos que hayan asistido a esta reunión y sobre las cuales imploramos la misericordia de Dios.